ESCOBEDO , CIUDAD DE LAS PALMERAS 6

Sonó el final de la misa con la homilía de Monseñor González antes de la bendición. Muy buena por cierto . Comentando amor a los pobres , atención al campo social y al esfuerzo pastoral . Muy buena por cierto.
En el almuerzo, todo salió bien . Hubo sobra de comida a pesar de que el Prelado no había indicado como se le había pedido el número exacto de sus propios invitados. El Arzobispo se consiguió una botella de Whisky a pesar de los cuidados de Checha de evitar cerveza y alcohol . Y el Nuncio saludó muy fríamente a Monseñor Padilla . Ya ven, todo salió divinamente bien .
El día siguiente , Monseñor González hizo su aparición en la Parroquia, de sotana blanca con ojales rojos , de solideo y cruz pectoral , lleno de sonrisas para todos , mostrando así que terminaba la época de Monseñor Padilla.
En efecto, la presentación de Padilla era muy simple , de particular, no más.
- Ah la gran puerca! ¡aquí están todos los padrecitos! Que tal, Padre Cervantes, Padre Gómez, Padre Julián.
-Pase adelante, Monseñor. ¿Quiere tomar algo? ¿Un whisky? El Prelado uso su índice huesudo para mezclar whisky, agua mineral y hielo, haciendo comentarios complacidos por la celebración . Luego se sirvió de un segundo y tercer whisky, todo al gusto de explicar cuantas personalidades se habían hecho presentes a su misa de consagración. Los Padres asentían cortésmente.
Su Excelencia manifestó enseguida su deseo de visitar la Catedral. A los tres Padres admirados de un tan gran sentido de organización, les explicó el Prelado dónde quería su trono de mármol y unos cuantos pequeños cambios en la construcción de la catedral : un garaje subterráneo , una capilla del Sagrario de la cual iba a ser Párroco el Padre Julián y claro, Rector de la Catedral . Remodelación de techo, nuevo piso... Sin olvidar la casa de los Padres : como se podía vivir en tal cochinada ; dónde está el corredor , allí haremos los cuartos de los Padres con baño y todo . Y dónde están las salas , un hermoso jardín interior para la tranquilidad y privacia de los Sacerdotes.
Nuestro pobre Julián sentía un golpe en el pecho del susto que llevaba . Mirando lo alto de la pared exterior y viendo ya las plantas ornamentales morirse de nunca ver el sol . Siempre en visiones aparecían el trono de mármol, el garaje subterráneo inmenso y la capilla del Santísimo brillante de luces invadiendo todo el patio interior . Menos mal que Su Excelencia
preveia la entrada del parqueo catedralicio por debajo de la dicha Capilla.
Que cerebro , el del Prelado . Con capacidad de más imaginación que la de Julián , quién no podía más de admiración por encontrar tales capacidades abrumadoras.
Un Obispo con ganas de trabajar , ni más ni menos . Así fue la visita rica de recuerdos ...............y de exclamaciones distinguidas como "Ah la gran Puerca" y por el mismo estilo elegante.
---DIGO QUE HAY MAS--¿NO? ----