ESCOBEDO , CIUDAD DE LAS PALMERAS 4

Para muchos, no hubo necesidad de despertador: los cohetes levantaron a la mayoría antes de hora; diez de mayo, día de la madre , día de consagración . El sol amaneció lindo, alegre, insuflando en los corazones muchas esperanzas en el futuro. No hacia demasiado calor como si el cielo mostraba su buena voluntad. El prelado había anunciado al secretario parroquial por teléfono que llegaba temprano para arreglar los últimos detalles. Llegó vestido de sacerdote acompañado de Monseñor Quevedo. Aquel
saludó efusivamente al Padre Julián, viejo conocido y con tono protector pellizcó en presencia de todos la Mejía rosada de Su Excelencia Ilustrísima Monseñor Francisco Cirilo González y Gómez. Risitas, breve malestar y ... como si de nada , tomaron algo y se fueron rumbo al campo deportivo . ¿Porque será que le quedó grabado con tanta fuerza al Padre Julián éste gesto de Quevedo?
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¡Buen Monseñor Quevedo! Julián lo conoció como Rector del Seminario Mayor. Hombre culto, conocedor de varios idiomas , Obispo de Zututlán y Prelado nullius de Esquilandia. Con una memoria de elefante, conociendo y recordando los nombres de las personas, lo que es agradable para cualquiera . Muy emprendedor que casi no está en su diócesis. Así que su vicario general, el Padre Francisco González era el hombre de influencia . Y qué influencia... Le resultaba molesto al buen Monseñor una presencia tan invasora que había que aplicar el dicho latín " Promoveatur ut admoveatur " o sea " Que lo promuevan para que sea cambiado "
- Yo voté para él para deshacerme de él.
Pero no midió las consecuencias para otros de su cobardía.
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------------¿SIGUE?----------------