ESCOBEDO , CIUDAD DE LAS PALMERAS 1

ESCOBEDO , CIUDAD DE LAS PALMERAS
Hacia por lo menos 17 años que Su Excelencia Monseñor González esperaba ese momento. A decir verdad, es una Excelencia muy reciente, muy nueva que miraba el Padre Francisco en el espejo. Le había hecho ver la posibilidad de tal nombramiento su propio Obispo Quevedo de hace meses ya. De Vicario General de la diócesis de Zututlán a
Prelado nullius de Escobedo, que camino...! Justa recompensa por tantos trabajos meritorios, pensaba el Obispo inferí , cura distinguido de Ovando , ahora de Gualdamera...
Que prestancia, con este porte distinguido , esas sonrisas amables , y ... ese rojo ... ese rojo embrujador .
Mañana era la consagración en Escobedo, con la asistencia de casi todos los Obispos del país, menos aquel Robledo Montani , de viaje en Roma .
Lo que no le había gustado, eran las exigencias de esa gente de Escobedo oponiéndose a que la consagración fuera en la Catedral pero que se hiciera en un campo deportivo . Que contrariedad!
"Ya se manifiesta la mala fama de aquellos, y el Señor Nuncio les concede hacer sus caprichos... Siempre Escobedo ha sido de gente rebelde . No hacían falta las recomendaciones del Nuncio de controlarlos. Puede hacerme confianza: ¡los sabré domar!"
Es que el Padre Francisco Cirilo González Gómez había sido militar.
Claro, antes de entrar en el seminario . Militar con los gringos. Habiendo conocido Japón y Corea. Que peripecias que dejaban la boca cerrada a sus auditores. Porque hay que saber del talento del Padre Francisco a controlar las conversaciones y a brillar delante de cualquiera asamblea. Talento de verborea activa. Carácter impositivo y tan impositivo que las malas lenguas murmuran ya que su nombramiento de Obispo es debido a que Monseñor Quevedo de Zututlán quería deshacerse de él.
En efecto, en Zututlán , era Vicario General, mire no más ! Tan impositivo, el buen hombre, que nadie lo aguantaba ya . Será de aquella época que le dieron el apodo de "Loco González ", no sé . Pero un apodo bien merecido. Imagínese no más...
El Arzobispo le ha regalado la cruz pectoral de su antecesor de un valor de tres mil dólares. Preciosa, vistosa , hermosa . La hizo ver a las Hermanitas de la Dolorosa de las cuales es el insigne fundador. Que de admiraciones, que de adulaciones que lo hacían estremecerse de placer poco contenido, hasta tal punto que lo rojo de la sotana invadió la cara del casi Prelado.
Después de ver a Su Excelencia dar vueltecitas delante de su espejo y preparar su alegre entrada en Escobedo, hagamos un salto en la ciudad de la caña y alegres ingenios azucareros.
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