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domingo, diciembre 18, 2005

ESCOBEDO , CIUDAD DE LAS PALMERAS 5


En el campo deportivo, todo se hizo en un local pudiendo contener a lo menos cinco mil personas. Julián se quedó con los miembros del comité organizador oficialmente para poder así intervenir con más libertad para cualquier necesidad. Pero en realidad, no tenía ganas de concelebrar. Entre el público, muchos cargaban cartelones con la inscripción doble "Padilla-González". El acontecimiento, de última hora , se volvía más fiesta de despedida de Monseñor Padilla que de consagración de González. ¿Hasta la fecha quién podrá explicar lo que estaba pasando?
Monseñor Padilla es amado en Escobedo.
Como administrador apostólico fue muy cercano a la gente sencilla, recibiéndola a cualquier hora con sonrisa, amabilidad y metiéndose en los rincones los más abandonados .
La duda de Julián era de atribuir a Valerio la movida de los cartelones. ¿Pero quien era el para reprochar a la gente de manifestar su cariño a alguien que los había servido bien?
Valerio es todo un personaje en Escobedo: primero por su tamaño elefantesco, enseguida por su antigua lucha sindicalista, y en fin por su turbio pasado moral. Es carismático, convertido y activo. No deja de ser impositivo en el grupo de la Renovación y de imponer su ley. Lo peor, para los "buenos", es amancebado sin querer arreglar su asunto. Vale la pena notar algo de la personalidad de Valerio porque lo encontraremos unas páginas después con una influencia creciente en los acontecimientos que relataremos a continuación.
Con atraso bien chapin, al fin empezó la ceremonia, impresionante de obispos mitrados ya requeteacostumbrados a tales acontecimientos. Se me olvidaba: otra frustración para el nuevo Prelado: la inmensa silla presidencial de como dos metros y medio de alto que quería meter en la celebración no cabía en el podium.
En verdad, todo salió bien. González triunfó en imponer un coro de a fuera, cantando cosas desconocidas de los cristianos de Escobedo. Pero hay que saber hacer concesiones.
Otro detalle que hirió a Julián: a la hora de la procesión de las ofrendas, cada comunidad llevaba cosas típicas de su pueblo.
El nuevo Prelado no se dignó recibir los pollitos y otras tonterías de gente claramente pobre.
------¿SEGUIRÁ? ¿USTED? -------

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