Hoy, martes 7 de febrero de 2006

Hoy, martes 7 de febrero de 2006, me tocó pasar otra sesión en el hospital. La hermana Paquita pasó en los cuartos con el fin de revisar su lista de enfermos a visitar. Me dijó: "Sale luz de su cara." "Ví ésa luz en varios pacientes con cáncer terminal", añadió. Una persona cercana a Dios, lo refleja, creo yo. Y ve la luz la persona habitada por ella.
Ví yo esa misma luz en nuestra hermanita adivina.
Quedamos hablando de luz y aclaré el ambiente y las muchas actividades en la Parroquia."Es una parroquia bien completa" comentó ella.
Mi vecino de cuarto era el padre de una señora que casé hace 13 años en Escuintla. Falleció ya el esposo y ella regresó a vivir con sus padres. "Para mi papá, es en la cabeza." El señor, un anciano se quejaba de muchos dolores y tenía un hipo necio y continuo. La mamá, al despedirme de ella, sola ya con el enfermo, me prometió ver como hacerme llegar una foto de aquella boda que por cierto no recordaba yo para nada. Su hijo sabe de Internet.
La nota del hospital está disparada otra más que el martes anterior. Me apena que sea tanto. Gastaré ,sin querer queriendo, lo de una casa grande que hubiera podido servir para nuestras obras sociales, y eso, por tercera vez.
Me reencontré con un libro bien bonito de Gilberto Cesbron, escritor francés, ya fallecido. Al saber ser condenado por un cáncer, escribió "La regarder en face" (mirarla de frente), publicado en la Editorial Robert Laffont, Paris, 1982.
Sus notas mezclan de todo, desde frasecitas cortas hasta teatro. Les paso algunas reflexiones de él:
1.- La mayoría de los hombres están tán ocupados de temer la vida que no tienen tiempo de temer la muerte. (p.63)
2.- Es a los muertos que se ponen sábanas limpias. (p. 68)
3.- La muerte hace su trabajo de fotógrafo: revela, desarrolla, agranda.(p.68)
4.- El frío, el eco, la soledad, en fin, la tumba, es para los sobrevivientes (p.70)
5.- El peor de los males, no es la muerte, sino la muerte en vida.
Les preparo de él algo más.